Cómo García Márquez continúa inspirando a generaciones de periodistas a través de la Fundación Gabo
AMÉRICA LATINA
9 min de lectura
Cómo García Márquez continúa inspirando a generaciones de periodistas a través de la Fundación GaboDurante 30 años, la Fundación Gabo, que honra al escritor y Premio Nobel de Literatura colombiano, ha ayudado a formar periodistas éticos que investigan, narran con impacto y luchan contra la injusticia. Hablamos con uno de sus protagonistas.
Jaime Abello Banfi y Gabriel García Márquez. La Fundación Gabo cumple 30 años promoviendo ética y rigor periodístico. Foto: Fundación Gabo.
hace 13 horas

Estambul, Türkiye - “Gabriel García Márquez es el autor más traducido al turco en lengua española. Hay 42 títulos, entre trabajos periodísticos y libros de García Márquez, que están registrados como traducidos al turco”, explica a TRT Español Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la Fundación Gabo, cuya misión busca promover el poder transformador de indagar y narrar historias.

Desde un hotel en la emblemática ciudad de Estambul, entre los susurros de los comensales que desayunan, Abello relata que Gabo –como también se le conoce al escritor y premio Nobel de Literatura– mantuvo siempre un profundo arraigo al periodismo. Nacido en plena costa Caribe de Colombia, en un pueblo llamado Aracataca (que luego sería la inspiración del mítico Macondo), García Márquez comenzó su carrera en El Universal, un diario de la ciudad de Cartagena, en 1948. Pocos años después, en 1951, lanzó Comprimido, “el periódico más pequeño del mundo”, recuerda Abello sobre Gabo, quien en el trasegar de su carrera fue reportero, cronista, columnista y editor. 

“Después de haber logrado la fama mundial como narrador de ficción, como novelista, volvió al periodismo”, rememora Abello. “Con el dinero que recibió del Premio Nobel de Literatura, él quería hacer un periódico en Colombia porque siempre tuvo una gran pasión por el periodismo, que fue su primer oficio, su primer trabajo”.

“Nací periodista”

La huella de García Márquez en la literatura es probablemente su faceta más conocida: fue uno de los protagonistas del llamado “boom latinoamericano”, un fenómeno literario y sociocultural surgido en 1960, que puso a la región en el centro de la producción literaria. Con la célebre “Cien años de soledad”, y sus también aclamadas “Crónica de una muerte anunciada” y “El amor en los tiempos del cólera”, Gabo selló su aporte a lo que pasaría a la historia como el realismo mágico, un movimiento literario nacido a comienzos del siglo XX y caracterizado por entrelazar fantasía y mito con lo cotidiano. 

Pero aunque en la memoria de sus lectores perduren personajes como Remedios la Bella ascendiendo al cielo, García Márquez se consideró, ante todo, periodista. “No quiero que se me recuerde por Cien años de soledad, ni por lo del Premio Nobel, sino por el periódico. Nací periodista y hoy me siento más reportero que nunca. Lo llevo en la sangre, me tira. Además, quiero que hagamos el mejor diario de América Latina, el mejor informado, el más veraz, el más exacto. Que nunca nos rectifiquen”, declaró Gabo en un mensaje radial para El Mundo en octubre de 1982  sobre su herencia intelectual.

Y es ese compromiso con el periodismo, “el mejor oficio del mundo” en sus propias palabras, lo que la Fundación Gabo sigue honrando. Un empeño que el escritor cofundó en la década de 1990 y que todavía, incluso más de 10 años después de su muerte, mantiene viva su misión. 

La Fundación Gabo y una visión ética del periodismo

Desde Estambul, Abello retoma su relato. Tenía 25 años cuando se hizo amigo de Gabo… a pesar de las diferencias creativas que tuvo inicialmente durante su primer encuentro. La siguiente década la pasarían compartiendo más tiempo juntos. Y ahí se plantó la semilla: esos años para Abello quedaron marcados por cómo Gabo “hablaba de periodismo, de su época como reportero” y de “la necesidad de hacer talleres para periodistas”.

Entonces, fue en junio de 1994, cuando García Márquez, junto a Abello, su hermano Jaime García Márquez y el gestor cultural Alberto Abello Vives, firmaron el acta de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el fin de promover la ética y la calidad narrativa en el periodismo. Buscaban fomentar “una sociedad mejor informada, participativa y libre, activando el legado de nuestro fundador”.

“Este año llegamos a los 30 (años), entonces es un trabajo en conjunto. Para mí es el primer nombre de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, que en cierto momento se convirtió en Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano”, cuenta Abello sobre la fundación, que hoy tiene un equipo de 40 personas.

A lo largo de su trayectoria, la Fundación Gabo se ha centrado en la educación mediática para jóvenes basada en tres ejes –periodismo, educación y cultura– que se alinean con la visión de Gabo de mejorar la capacitación de reporteros. “Los periódicos han priorizado el equipamiento material e industrial, pero han invertido muy poco en la formación de los periodistas”, declaró el escritor en 2012. “La calidad de la noticia se ha perdido por culpa de la competencia, la rapidez y la magnificación de la primicia”.

“Lo que creo es que debemos volver a la vieja manera del oficio. Eso es lo que tratamos de hacer en la Fundación del Nuevo Periodismo Latinoamericano. La ética es el elemento que tratamos de meterles en la cabeza a los periodistas que van a Cartagena”, dijo. “Llevamos a periodistas de mucha trayectoria para que les hablen a los jóvenes desde su experiencia directa en los medios. La ética y el oficio son los ingredientes principales”.

Entre sus logros, la fundación firmó hace un año un acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para promover diálogo y formación en periodismo de soluciones y desarrollo sostenible. La Fundación Gabo además ofrece becas, mentorías especializadas y otros programas de investigación.

Abello explica: “Hemos hecho estudios sobre los emprendimientos nativos digitales en América Latina o estudios sobre los desiertos informativos, que son los lugares donde ya no hay cobertura de noticias porque no hay posibilidad de que existan medios o hay restricciones de distinto tipo”.

La lucha contra la injusticia

Desde sus inicios, la Fundación Gabo ha buscado garantizar el acceso a la información como herramienta para una sociedad libre. Un compromiso que viene ligado a las acciones que García Márquez tomó a lo largo de las décadas, como su apoyo al Tribunal Russell –un tribunal de opinión internacional que investigó la intervención de EE. UU. en Vietnam– y la creación de Habeas, dedicada a liberar presos políticos de las dictaduras de la década de 1970. También denunció el envío de soldados colombianos a la Guerra de Corea y criticó “la intervención militar y económica norteamericana” en la vida política de América Latina.

“Es un hombre que, en todos esos campos, plantea posiciones fundamentales. Una de ellas es su pasión por la justicia y la ética pública. También por la unidad política y cultural de América Latina y por su autonomía para la paz mundial. Asimismo, insiste en la necesidad de alertar a la humanidad sobre el riesgo del cataclismo climático y nuclear”, reflexiona Abello.

El cofundador afirma que el objetivo de la fundación ha sido contribuir a la región ante los desafíos, especialmente en momentos clave de su historia. “Lo hemos hecho no solo a nivel de América Latina, sino en Colombia muy especialmente, porque es un país que ha buscado la paz durante muchos años y ha desarrollado un trabajo exhaustivo sobre la cobertura del conflicto y de las negociaciones de paz”.

Premio Gabo

El camino de García Márquez no fue fácil. Tras ser censurado por los gobiernos colombianos de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) y Laureano Gómez (1950-1951), a mediados de esa década enfrentó supuestas amenazas contra su vida por parte del gobierno de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), por lo que el diario El Espectador, para el que trabajaba, lo nombró corresponsal en Europa. Pese a todo esto, el periodista y escritor nunca se apartó de sus principios. 

De ese espíritu de informar, desafiar al poder y contar la verdad surge el Premio Gabo, un galardón anual que reconoce los mejores exponentes del periodismo en español y portugués, centrado en el servicio público. El premio se entrega en cinco categorías: texto, imagen, audio, cobertura y fotografía.

Este año, la fotógrafa colombiana Fernanda Pineda fue galardonada por su trabajo documental Yolüja, resultado de un recorrido por La Guajira, región que la fundación describe como “una de las más olvidadas” del norte de Colombia. Allí, el lente de Pineda captó la vida del pueblo indígena wayúu y las consecuencias de la minería sobre su territorio, así como el impacto del ferrocarril de 150 kilómetros que transporta carbón desde la mina de El Cerrejón —hoy propiedad de la multinacional suiza Glencore— y que desplazó a la familia wayúu Pushaina hace cuatro décadas.

En wayuunaiki, “yolüja” se refiere a los espíritus de los muertos; significa “sombra”, “demonio” y “mal”, y es el nombre que el pueblo wayúu le ha dado a la compañía minera. Al convivir con ellos, Pineda documentó su lucha por recuperar su territorio ancestral y narrar su propia versión de la historia, marcada por el despojo y el daño ambiental.

Seguir inspirando

Durante dos décadas, Abello trabajó junto a Gabriel García Márquez, observando su visión y su carácter. Destacaba su interés por la informalidad, la tranquilidad y las conversaciones con periodistas. Su profesionalismo imponía respeto, valoraba las perspectivas distintas y cumplía con la confidencialidad y la ética, principios que la fundación continúa promoviendo en sus espacios de encuentro.

Al mismo tiempo, resalta la importancia de mantener este impulso de compartir conocimientos, para que la fundación continúe capacitando a los reporteros en su labor como parte del cuarto poder.

“El periodismo es ante todo un servicio, es una entrega, y ahí reside también un elemento esencial que justifica su existencia y su aporte a que haya menos injusticia en la sociedad”, reflexiona Abello. “Tal vez nunca tendremos sociedades perfectas o completamente justas, pero la lucha contra la injusticia – desenmascararla, mostrarla y, además, tener el valor de incomodar – es algo que corresponde al periodismo”.

Mientras los últimos comensales se retiran, Abello muestra en su celular “la gran red” de la fundación: más de 17.000 miembros que ayudan a la organización a enfrentar retos actuales, como la desinformación, la economía de los medios, las nuevas formas de trabajo, la relación con las audiencias y el ecosistema informativo.

Este año, Abello recibió el Premio María Moors, que reconoce su defensa de la libertad de prensa y su promoción de la ética y la excelencia periodística en Iberoamérica.  Y concluye que la organización sigue firme en su misión. “Los 30 años de la Fundación Gabo nos han enseñado que el poder de las historias está en la mirada del otro, en la diversidad, en el encuentro y en que el periodismo es un acto de amor.

FUENTE:TRT Español
Explora
La inteligencia artificial gana terreno en hospitales de Argentina y abre debates éticos
Maduro está dispuesto a diálogo “cara a cara” con EE.UU., aunque Trump “no descarta” acción militar
¿Diálogo con Maduro? Trump abre puerta a "conversaciones" con Venezuela tras llegada de portaaviones
Ecuador dice “no” al referendo de Noboa: rechazo a bases militares extranjeras y nueva Constitución
Chile va a segunda vuelta entre Jara y Kast tras reñida elección presidencial: ¿qué esperar ahora?
Sobrevivir, adaptarse y soñar: el viaje de una familia palestina refugiada en México
Trump sugiere que su decisión sobre Venezuela ya está tomada
EE.UU. anuncia acuerdos comerciales con Argentina, Ecuador, El Salvador y Guatemala: ¿qué se sabe?
Estados Unidos anuncia la operación “Lanza del Sur” en el Caribe, en plena tensión con Venezuela
“Llegaron al infierno”: denuncian torturas a migrantes venezolanos en cárcel en El Salvador
Ecuador define su rumbo en referendo impulsado por Noboa: por qué es importante y qué está en juego
¿Cómo llega Chile a sus elecciones presidenciales? Los resultados reconfigurarán alianzas regionales
Mayor portaaviones de EE.UU. llega al Caribe, mientras Venezuela ordena ejercicios militares masivos
Paraguay impulsa integración energética con gasoducto del Cono Sur para conectar Argentina y Brasil
Ataques en el Caribe marcan la cumbre CELAC-Unión Europea en Colombia: ¿qué dijeron los líderes?
"Es difícil tener una vida digna": así impacta el cambio climático a barrios humildes de Argentina
Rodrigo Paz asume como presidente de Bolivia trazando otro rumbo político: ¿qué acciones ya tomó?
EE.UU. acusa a Irán de "complot" para matar a embajadora israelí en México, algo que Teherán rechaza
¿Qué dejó la Cumbre de Líderes de la COP30? Lula lanza un fondo para bosques y Petro critica a Trump
Ataques incesantes: EE.UU. bombardea otro barco en el Caribe y se frena intento por detener ofensiva